El otro día cambiando de canales me topé por casualidad en VH1 con el concierto de The Verve en el festival de Glastonbury del 2008, nunca había visto la presentación y en verdad me sorprendió la forma en que la gente cantaba las canciones, y el desenvolvimiento de Ashcroft y compañia en el escenario, la banda se convertirá en lo que estaba llamada a ser desde el principio, una leyenda, proceso que se retrasó 10 años por la desagradable serie de eventos que rodearon a su mejor canción; más vale tarde que nunca.
Lo bueno es que les vale madres y siguen cantando "Bittersweet Symphony".
sábado, 14 de febrero de 2009
Y ya que estamos en eso de los regresos...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario